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En esta nueva videopíldora de nuestra colección sobre escuelas21 alrededor del mundo, nos trasladamos a Zaragoza para descubrir el excepcional proyecto educativo del Colegio Público Ramiro Solans.
En nuestra visita nos centramos en cómo el centro está llevando a la práctica en el aula de primaria la codocencia.
Ana y Diego, docentes en primaria, nos comparten cómo unir sus fortalezas ha enriquecido tanto su crecimiento profesional como la experiencia de aprendizaje para los estudiantes.
La confianza mutua la clave para el éxito
La gestión del tiempo se vuelve fundamental al fusionar dos clases en una. La heterogeneidad se multiplica, pero la confianza entre los tutores y la adaptación constante a las necesidades de los estudiantes se convierten en pilares esenciales. La complicidad y la confianza mutua permiten una codocencia fluida y natural.
Una figura de referencia coherente
La construcción de una figura de referencia compartida entre ambos tutores se traduce en una experiencia coherente para los estudiantes. La confianza que las familias depositan en ambos tutores refleja la efectividad de la codocencia. La entrada y salida del colegio se convierten en momentos de contacto cercano y colaboración con las familias.
"Nuestra experiencia de codocencia ha sido sumamente enriquecedora, uniendo nuestras fortalezas para un crecimiento profesional continuo y brindando a los estudiantes la seguridad de contar con dos figuras de referencia igualmente válidas."
Enriquecimiento mutuo: integrando fortalezas individuales
Los tutores revelan cómo han integrado sus fortalezas individuales, como el enfoque en el aprendizaje cooperativo y la gamificación, para enriquecer la experiencia de aprendizaje.
La colaboración se vuelve la norma, y el intercambio de conocimientos beneficia tanto a los tutores como a los estudiantes.
Estrategias de trabajo: desde lo individual hasta lo cooperativo
Desde trabajos individuales hasta proyectos cooperativos, los tutores explican cómo estructuran las actividades.
La rotación por ambientes se mantiene constante, con parejas de estudiantes llamadas «gemelos», que se mantienen según la duración del proyecto.
La importancia de llegar a acuerdos y aprender a trabajar en equipo se refleja en cada fase del proceso.
Ambientes de aprendizaje con perspectiva de género
Los ambientes de aprendizaje, bautizados con nombres de mujeres para promover la igualdad, abarcan áreas desde escritura hasta música. El trabajo en equipo y la colaboración se enfatizan, inculcando en los estudiantes la importancia de llegar a acuerdos y compartir responsabilidades.
"La colaboración entre tutores no solo impulsa la confianza y complicidad entre nosotros, sino que también se refleja en la confianza de las familias. Esta figura compartida facilita la comunicación, creando un ambiente donde tanto estudiantes como tutores prosperan juntos."
Gestionando el tiempo y fomentando la autonomía
Los tutores comparten cómo gestionan el tiempo con sus estudiantes, brindándoles llaves simbólicas para explorar diferentes espacios de aprendizaje. La autonomía temporal se convierte en una habilidad clave que los estudiantes desarrollan a lo largo del proceso.
Desafíos y aprendizajes: acompañando el proceso
La apreciación temporal de los estudiantes y los desafíos asociados se abordan con paciencia y acompañamiento. Algunas parejas fluyen naturalmente, mientras que otras requieren más guía. El proceso de codocencia se convierte en una oportunidad para desarrollar habilidades de organización y gestión del tiempo desde una edad temprana.
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