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La participación democrática de los alumnos en la gestión escolar es un movimiento global
“Decir la palabra verdadera transforma el mundo”. Lo dijo Paulo Freire, lo cumplió y transformó el mundo de miles de personas.
Ramón Flecha, profesor de la Universidad de Barcelona, es el pionero de las comunidades de aprendizaje en España. Su modelo nació inspirado en el School Development Program de la Universidad de Yale, en las Accelerated Schools de la Universidad de Stanford y en el programa Success for All de la Johns Hopkins University.
Las comunidades de aprendizaje nacen de la pedagogía dialógica de Paulo Freire. La teoría sociocultural de Vygotsky puso énfasis en la construcción compartido del conocimiento.
El pedagogo brasileño apostó por el diálogo igualitario como forma de libertad, protagonizado por alumnos, familias y profesores que construyen aprendizaje en comunidad. Para Freire las personas somos seres de transformación y no de adaptación. Nuestras voces no solo buscan su espacio en la comunidad, sino que la transforman y nos transforman. Aprender es construir saberes compartidos para crecer juntos.
El aprendizaje dialógico entiende que la realidad y el conocimiento se construyen en la interacción de igual a igual entre personas. Por eso todos los miembros de una comunidad de aprendizaje afianzan el conocimiento en diálogos igualitarios, empezando por transformar la realidad al escuchar y respetar la voz de cada cual y la suya propia.
Las comunidades de aprendizaje abren sus puertas para que todos encuentren su espacio de participación. Al igual que en la experiencia del Liceo Jubilar apuestan por involucrar en tareas activas en comedores, patios, bibliotecas, con talleres formativos, en procesos de acompañamiento o tutoría individual con alumnos y un largo etcétera.
El aprendizaje dialógico y la participación democrática en la escuela: 6 modelos de comunidades de aprendizaje
Los tres ejes de acción del modelo de comunidades de aprendizaje de la Universidad de Barcelona
El modelo de comunidades de aprendizaje de la Universidad de Barcelona se apoya sobre todo, en tres ejes de acción: las tertulias literarias, los grupos interactivos y la participación de las familias.
Las tertulias literarias
Las tertulias literarias son sesiones en las que alumnos, profesores y familias leen obras de la literatura universal e inician un diálogo en torno a sus inquietudes y reflexiones.
Las conversaciones giran en torno a los temas que nacen desde el interés de los participantes, quienes acaban construyen juntos, conocimiento vital, hablando sobre amistad, personajes, motivaciones, fidelidad y otras inquietudes universales y humanas.
Los grupos interactivos
Los grupos interactivos son una forma de organización del aula que se caracteriza por la constitución de grupos heterogéneos. Cada grupo cuenta con actividades diferentes y se ayudan de profesores y voluntarios para dinamizar el aprendizaje.
La participación de las familias
Finalmente, se busca la participación de las familias en todos los ámbitos posibles, ya sea como voluntarios en el aula o como miembros de las tertulias literarias.
Las comunidades de aprendizaje abren sus puertas para que todos encuentren su espacio de participación. Al igual que en la experiencia del Liceo Jubilar apuestan por involucrar en tareas activas en comedores, patios, bibliotecas, con talleres formativos, en procesos de acompañamiento o tutoría individual con alumnos y un largo etcétera.
Un vistazo a modelos internacionales de Comunidad de Aprendizaje
El centro Mare de Déu de Montserrat en Terrasa
El centro Mare de Déu de Montserrat en Terrasa, Barcelona, es una comunidad de aprendizaje que en cinco años pasó del 17% al 85% de alumnos que superaron las evaluaciones de competencias básicas para la comprensión lectora. En la actualidad existen más de treinta centros educativos participando de este modelo en España que ha cruzado nuestras fronteras para crecer en Brasil.
El modelo comunidades de aprendizaje busca la participación igualitaria de familias, alumnos y profesores, creando cauces de vinculación con el proyecto educativo y logrando mejoras significativas en el rendimiento académico y en el proyecto vital de todos y cada uno de sus alumnos. No es de extrañar que estos principios están conquistando el mundo.
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El modelo del colegio Cardenal de Cracovia
En 1980 un grupo de estudiantes excluidos de sus escuelas en Santiago de Chile, se unieron para fundar el colegio Cardenal de Cracovia. Les acompañaron un grupo de profesores y juntos crearon una comunidad de aprendizaje. Empezaron apoyándose en los principios cooperativos de la Fundación Escuela Nueva y de sus experiencias en entornos rurales.
El modelo de Cardenal de Cracovia es tan participativo, comunitario y democrático que cuenta con su propia constitución, departamentos y delegados. Tras siete años de andadura con éxito, decidieron proclamarse “República educativa”. La votación de alumnos, familias y profesores aprobó el nuevo modelo con el 87% de los votos a favor. Desde entonces, la comunidad es más comunidad gracias a las elecciones de presidentes, ministros y otros cargos que se encargan de participar y tomar decisiones reales.
La participación es la única estrategia que garantiza la vinculación y la comprensión con el proyecto educativo de las escuelas21. El diálogo y la participación activa en las aulas, en las decisiones escolares y en las relaciones entre alumnos, padres y profesores, garantiza el éxito de las comunidades de aprendizaje.
El modelo de las Escolas Lumiar de Sao Paolo
En las Escolas Lumiar de Sao Paolo, el diálogo en la gestión de la comunidad es un elemento muy importante. Cada mañana, todos los alumnos forman parte de la asamblea conocida como “El círculo”. Allí se toman decisiones sobre el día a día relacionadas con la distribución de espacios y recursos, los horarios de aulas especiales y otras cuestiones sociales y personales que tienen que ver con familias, profesores y alumnos.
El modelo de la escuela de Educación Primaria Woorana Park en Victoria
En la escuela21 de Educación Primaria Woorana Park en Victoria, Australia, trabajan con proyectos en increíbles superclases, apuestan por la autonomía del aprendizaje gracias a su edificio digital y son un centro de referencia mundial en el diseño de espacios. Pero además, han creado su propio gobierno siguiendo el modelo del parlamento australiano. Los niños ejercen su derecho a voto de un modo real, presentan sus propios partidos y candidatos y durante todo el curso, se establecen debates y se ejerce el derecho de reunión para dialogar acerca de las cuestiones que nacen desde el interés de la comunidad.
Si algo han demostrado las investigaciones de las fuentes pedagógica y psicológica es que el éxito de la metodología y la evaluación pasa por situar al alumno como protagonista. En la creación de comunidades de aprendizaje no podía ser de otra manera. La comunidad crece en el diálogo y la participación de los alumnos y las familias. Además, es un modelo que conecta con los deseos de participación de las nuevas generaciones y con su potencial único como dinamizadores de experiencias.
El modelo de la iniciativa Think Global School
La iniciativa Think Global School ha dado un salto más y ha creado una comunidad mundial. A lo largo de los cuatro años que dura el programa de Educación Secundaria, sus alumnos estudian en veinticuatro países diferentes. Pero aunque la perspectiva es internacional, la realidad es comunitaria. Los estudiantes participan activamente en talleres locales en cada país, tienen elecciones escolares, forman parte de grupos con familias y vecinos y se apoyan en un portal digital enfocado, sobre todo, a generar una comunidad de aprendizaje con el mundo por bandera.
